lunes, marzo 17

BEGOÑA’S DAY...


...conocida por aquí popularmente como "Marató de Barcelona".
(la entrada de hoy está escrita, excepcionalmente, en castellano, en honor a la “ojomeneada”).
Empecemos.
Begoña y sus tres "mosqueteros"
Yo a Begoña no la conocía de nada. Ahora ya será difícil olvidarla. Pero tampoco conocía, no hace mucho tiempo, ni a Jessica ni a Alfonso… ni a los “Runners Colgados”. Pero bueno, esa es otra historia.
El caso es que el viernes desembarcó en Barcelona mi pequeña “tribu vasca”: Begoña, su marido Jose, Jessica y Alfonso. Y venían para acompañar a Begoña en su debut en la distancia, en su primera Maratón. Yo me había ofrecido, hace un tiempo -en cuanto me enteré del hecho- a acompañarla unos kilómetros al inicio de la prueba y, sobre todo, en el tramo final. Durante el 100% del recorrido sería “el metrónomo Alfonso” quien estaría a su lado. Inicialmente, era cosa de tres: Begoña, Alfonso y yo… pero me emperré tanto en que se uniera a nosotros Jessica, que no paré hasta que al final consiguió un dorsal para acompañarnos (y, según me confesó luego de la prueba Alfonso, tuvo que “frenarla” porque, ya que tenía dorsal, se le ocurrió la brillante idea de también debutar ella en la distancia; pero no, ella lo hará el día 30, en Mallorca, en la 261WM de la que ya hablé aquí).
Hubo una previa a la Maratón el martes, que fue una intervención radiofónica en Onda Vasca, en el programa “La Tarde en Euskadi”, al que me invitó a participar Begoña (ella es la directora). Pero, cosas de la vida, me olvidé de advertirle previamente de que, al igual que no puedes darles nunca de comer a los gremlins pasadas las doce de la noche, nunca le puedes dar un micrófono a Txabi… Y así nos fue: la cosa quedó casi en un monólogo (I’m sorry, Begoña).
Así las cosas, y nada más poner los pies en la ciudad condal, lo primero que hicimos la noche del viernes fue “hacer bondad” y cuidar muy mucho nuestra “alimentación maratoniana”, así que qué mejor que acercarnos al Hard Rock Café y meternos entre pecho y espalda dos enoooormes bandejotas de nachos, a repartir, y una hamburguesa de 300 gramos cada uno, en sus diferentes versiones (que alguno casi no termina: “¡… remátalo, que está sufriendo el pobre !”).
No Te Pares Team... unos fenómenos !
El sábado por la mañana, visita a la Feria del Corredor a recoger los dorsales; también es mala leche que, justamente a Begoña, la organización le perdiera el dorsal y tuvieran que darle uno de sustitución… pero sin nombre (tranquilos, ya se encargó ella de “tunearlo”). A mediodía, nos montamos nuestro particular “Pasta party” con la gente del  No Te Pares Team, casualmente en un restaurante situado en el km 31 (“el murito”) de la maratón que correríamos a la mañana siguiente. Yo no paraba de fijarme en los ojos de Begoña, toda ilusión, todo excitación por lo que estaba viviendo y por lo que estaba por venir. Llevaba de la mano -los pies, más bien- de los “Runners Colgados”, una buena preparación previa (cerca de 700 kilómetros), pero estaba como Colón en Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1942: preparada, confiada, ilusionada, pero expectante ella también ante “su nuevo mundo desconocido”.
Y llegó la mañana del domingo, el “Begoña’s day”. Y empezó llegando ella tarde al meeting point sobre el horario previsto. Excitación, alegría, ilusión… una explosión de emociones podías adivinar en su cara, en sus gestos, en sus palabras. Era “su día”, era “el día”.
A punto de arrancar...
Nos situamos, no ya en el último cajón habilitado, sino al final del todo de ese último cajón (… ya puestos). Salió la primera oleada, salió la segunda… íbamos avanzando hasta la Avda. María Cristina lentamente, ansiosamente, nerviosamente (Begoña). Y exactamente 14 minutos después de que salieran los profesionales, nos tocó arrancar a nosotros.
Plan de ruta: 
“... a 6 el kilómetro y, según veamos al final, apretamos" 
Enfilamos la calle de Sants… muchos corredores delante, muchos corredores a los lados, muuuuchos corredores. Empezamos a adelantar corredores (con uno que no se callaba ni debajo del agua: qué queréis que le haga, en cuanto me pongo a correr me entra una excitación verbal que no hay quien me pare). Sants, sin “picar”, sí sube un poco, así que había que graduarse, no acelerar. Ya en estos momentos Jessica iba como un perrito faldero cuando vas con él por el monte: corría hacia delante, corría hacia atrás, no paraba de hacer fotos… ¡ y sin parar de correr mantenía, vía twitter, línea directa con losRunners Colgados”!  informándoles -en tiempo real- de lo que acontecía a cada kilómetro; estaban en Bilbao, pero podían vivirlo como si estuvieran ahí con nosotros, con sus fotos y sus tweets.
Nos acercamos al Camp Nou y, por tanto, al punto más alto de la maratón. Y ahí en la acera, a la entrada del Museo, estaba mi amigo y compañero voluntario Llorenç que me vio, gritó mi nombre… y empezó a correr un buen rato a nuestro lado (también es mala suerte que le tocara hacerlo en el único “puerto de montaña” de la maratón).
Km. 7, llegamos a Diagonal… llanea el recorrido, ligeramente en bajada; Begoña va bien, muy concentrada, cabeza alta, torso recto… muy profesional. Bajamos Avda. Sarriá, calle París, Numancia (ya cara abajo), enfilando ya al km. 11 donde nos esperan Jose y las dos amiguísimas de Begoña, que han venido expresamente este fin de semana a Barcelona para acompañarla en su debut (¡quien tiene un amigo tiene un tesoro!). Por cierto, Begoña, aún no he visto esas fotos del km. 11.
Nos adentramos en el largo tramo de Gran Vía de les Corts Catalanes hacia el Paseo de Gracia. Begoña sigue seria, concentrada… y yo hace rato que “he desconectado el micro”, para no distraerla. Subimos por Paseo de Gracia y giramos por Rosellón, km. 15: ahí nos “descolgamos” Jessica y yo de la “maratón begoñiana”; nos reengancharemos con ella y Alfonso en el km. 37 para acompañarla en sus 5 últimos kilómetros.
El gran Miquel Pucurull
Me quedo ahí en el km.15, mientras Jessica baja hasta el 37 para ver pasar a César, que va “a por marca”. Me quedo animando a los que todavía van llegando y bajo por Paseo de Gracia para buscar al gran Miquel Pucurull (75 años y que sólo se ha perdido 2 ediciones de la Maratón de Barcelona por lesión). Y corro a su lado algo más de un kilómetro; va lento pero me dice que va bien (acabará finalmente su Maratón en 5:56 cuatro minutos antes del cierre... y recogiendo el cheque de 2.000 euros que la organización aportaba a su causa solidaria por la lucha contra la diabetes infantil).
Después de dejar a Miquel bajo andando hasta el km. 37. Veo las caras de sufrimiento de los corredores. Hace un sol y calor espantoso. Veo llegar, sufriendo mucho, a Rafa. Le acompaño corriendo a su lado todo el tramo de Ronda San Pedro desde Pl. Urquinaona hasta Plaza Catalunya. Acabaría haciendo lo mismo con Arantxa (mi pequeñuela iba fresca como una lechuga: era como un oasis entre tantos corredores derrotados). Y corrí también con Montse Cote, con Laura, con Mónica Fernández… Y viendo pasar, a oleadas, a gente del No Te Pares Team (Sergi, Cédric, Débora, Mónica…), a gente del BDR (… al rapidísimo Xavi Sánchez), a MiguelRunner Novato, a María José Cote (muy fresca también), a Rosa y Marcela… a muchos otros compañeros; y, andando en ese tramo, a Susanna con un muy tocado Rubén (…pero que acabaría su primera maratón en 4:13).
¡ Campana y se acabó...!
A todo esto, Jessica no sólo vio pasar a César por el 37 sino que, como vio que iba “tocado” ¡… le acompañó hasta meta y volvió corriendo al km. 37 !.
Mis "vasquitos"... ¡ qué grandes !

Y llegaron la heroína del día, Begoña, y su fiel escudero Alfonso. Y nos incorporamos con ellos a la Maratón para hacer juntos sus últimos 5 kilómetros. En la cara de Begoña sufrimiento e ilusión a partes iguales. Muy seria, muy concentrada. Voluntaria y conscientemente me puse a tirar delante del grupito -manteniendo, eso sí,  el “a 6 el kilómetro”- como incitándole a decirse a Begoña:
- Ah no, a mí el agüelo éste no se me escapa, no me deja atrás…   
Lo que vino después de cruzar meta ya os lo podéis imaginar; bueno, realmente tan solo os lo podéis imaginar los que habéis/hemos tenido la gran suerte, la inmensa fortuna, de correr -y acabar- nuestra primera Maratón.
Ah, y a todo esto, dentro de 15 días -el 30 de marzo- Alfonso repite “de escudero” con Jessica en su debut en Maratón en la 261 WM mallorquina… pero con la amenaza de ésta de llevarlo a 5:30.
¡ Suerte Jessica ! (Justicia, que diría Begoña)

Cambio y corto .
Con César, Sergi, Alfonso, Begoña y Jessica
  
Pues vaya, ya me he vuelto a chupar otros 20 kilómetros sin haber corrido antes ni un solo metro en toda la semana. ¡ … si es que lo mío es de juzgado de guardia ¡ 
(pero es que me apetecía, horrores, acompañar a Begoña en su primera vez).


(C.Q.  212  22-25-187)

2 comentarios:

  1. Hermoso revivir las sensaciones de nuevo en una narración tan detallada. Jessica está como un toro, lo va a bordar en Mallorca, estaremos pendientes. Enhorabuena a tod@s por vivir el deporte como lo que es en realidad, una fiesta de buenos amigos.

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  2. Hola Speedy! Es la primera vez que me acerco a tu blog. Vengo de la mano de Belén (su blog se llama "Colacao", su marido es el Per). Me emocionó mucho ver la maratón de cerca el domingo. Mi primer maratón como espectadora. Porque correr, yo he corrido muy poco ... sólo dos veces. Una con Belén de liebre, la cursa de la Dona y la de San Antoni (sólo 5km )... pero sigo intentándolo. Lo tomo, lo dejo... Me parece un deporte apasionante y, ya te digo, me acerqué a ver a una amiga que corría por primera vez y disfruté mucho del ambiente, y de lo que vi. He escrito sobre ello en mi blog (www.aunqueseauninstante.blogspot.com) Un abrazo y encantada de leerte.

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